Entre Copos.

La gatita se quedo un momento en silencio, sonrio para si misma y le acaricio el cabello como si tratase de despeinarlo-No te preocupes, tu secreto estara seguro, no hablare si me dibujas una sonrisita, ¿vale?, jaja- Mientras ella le dejaba el cabello observo que en los ojos de Daemon, sus pupilas se dilataron, pero siguio con aquella mirada firme y temerosa-Tendras que buscar otra tecnica, con esa miradita no podras asustarme tan facilmente...

-No bromeo...-contesto con tono y ritmo cortante
-Lo se, ni yo tampoco, no te conviene ser mi enemigo, tomalo como un consejo ¿si?, no cualquier tio tiene ese privilegio. Empezare por enseñarte modales, ahora que lo recuerdo te encontre con el presidente es cierta escena "intima", primer error, no obligues a tu amado, no lo forces para que haga lo que tu quieras, eso hara que se despegue mas de ti y te encuentre raro o hasta un pervertido hambriento, PROHIBIDO, para acercarte a el tienes que ser sutil y delicado, tomarle de la mano cuando el este distraido y decir que fue un accidente, acercartele poco a poco y dejarlo con ganas de mas...dale tentacion, se romantico... ¿que te parece? empecemos desde el principio, yo sere tu tutora en el amor y prometo no decirle ni contarle a nadie nuestro secretito del chico ¿vale?

¿Por que había dejado que hablara tanto? Tal vez fue por el shock en el que estaba al tener a la pequeña minina como testigo de "aquello". Si tan solo pudiera demostrar que no estaba muy conciente de lo que hizo en ese momento pero, ¿quién le creeria?.

-Tienes razón -comenzó con la nueva estrategia -Comenzamos mal, es mejor hacer a un lado todo esto y olvidar que alguna vez nos encontramos, ¿entendido? -dicho esto le dio la espalda a la castaña y comenzó a recoger sus cosas, dispuesto a irse a otro lugar lejos de ella.

-Bien dicho, solo recuerda que aun no haz superado mi examen de confianza-solto una risita sinica como si hubiese ganado la batalla, pero no la guerra- ¿que tal si comenzamos con un apreton de manos? antes de que huyas, perdon, te retires, amo cuando te enojas y pareces un cascarabias, ¡vamos!, aun no me haz dado esa mueca de alegria-le pellizco la mejilla hasta dejarla rosada-meditalo, cuando necesites de mi suena esto-saco de su bolsillo un par de pequeños cascabeles con un liston guinda claro- suenalo, a cualquier momento y estare en seguida, repito "LO QUE SEA", y no estes malinterpretando las circunstancias de una vez te aviso, el presidente es un tio muy lindo y agradable estoy pensando en hacerlo mi amigo, jaja quien sabe- miro su muñeca y vio la hora-¡Vaya! el tiempo vuela cuando te diviertes, parece que ya van a ser tres en punto, en cinco minutos para ser exacto-la gatita solto un gran bostezo y estiro los brazos- Ya casi es lla hora de mi siesta de la tarde, bueno me encanto este momento pero, me retiro por un tiempo si no tomo un poco de mi leche y duermo me pondre de mal humor, y no me querras ver de mal humor ¿o si?-camino coquetamente hacia el pelinegro le beso la frente acariciandole el rostro son su cola. -Yo que tu me preocuparia por el presidente, ya ha tardado mucho ¿no lo crees?, ademas, tengo un mal presentimiento, esta tormenta cada vez a empeorado mas y mas...Hasta pronto chibi-Ellioth...

Con esa despedida definitamente Daemon podría jurar que era la persona más extraña en todo Atlahs. Dio un pequeño suspiro teniendo en mente lo último que la castaña le había dicho, no sabía si considerar esas palabras. Pues para él, esa chica era una total desconocida, además aun estaba enojado con Kyle.

Guardó el cascabel en el abrigo y se tiró en el sofá aliviado porque se había ido, en ese momento se dio cuenta que aun traia la gabardina y la bufanda del Presidente. Alzó la mirada y vio claramente a Le Fontell. Rápidamente recogió los libros y salió corriendo fuera de la sala común.

Si los doctores ya habían llegado, entonces Nishta también. Preguntó a varios compañeros sobre el paradero del Presidente, quienes le indicaron que lo más probable era que estaba en su habitación. En cuanto llegó a la puerta de la alcoba de su compañero, dudó por unos momentos en llamar al la puerta. Contuvo la respiración y tocó tímidamente. ¿Estará aquí?

Estaba pensando como actuar, la tormenta no daba tregua y ya era bastante tarde. Seguro la mayoría de los alumnos ya se habrían retirado a sus dormitorios al ver que no podrían abandonar la ciudad en un tiempo. Miro su maleta, entonces recordó al secretario, pudiera que igual ya hasta se hubiera ido a su cuarto sin siquiera tocar los libros.

-Debo ir por ellos, posiblemente aun sigan en la mesa-el leve golpeteo lo hizo erguirse, camino a la puerta no sin antes colocarse un par de guantes. Tomo la manija y al abrir se topo con el rostro de Ellioth-. ¿Ya te han visto los doctores?

¿Ah? Si... -no reaccionó tan rápido aunque alcanzó a mentirlen no esperaba que Kyle le preguntara eso en primer lugar -.No te preocupes, ya me siento mejor -. Se quitó la bufanta -.Vengo a devolvertelos -acto seguido se quitó el abrigo y se lo dio junto al guante -. Gracias...

Esta vez Daemon no tenia mas que decirle o por lo menos no sabía por donde comenzar. Se quedó de pie en la puerta por unos minutos pensando. Pensando en absolutamente nada.

-Bueno, gracias por devolverlos.

Al verlo fuera de si no pudo evitar suspirar, paso su mano frente la cara del moreno esperando que hiciera algo pero continuo estatico.

-¿Pasas? Comencemos la tutoria.

LLevó su mirada hacia el de orbes violetas acompañada de un suave gesto. Asintió en silencio y pasó al interior de la habitación.

-Parece ser que este cuarto es el más frio el todo el edificio -observó mientras tomaba asiento -. ¿Me aplicarás el cuestionario ahora?

Ante la respuesta afirmativa de Kaoru, Ellioth dio un último repaso a los libros. Advirtiendo los malos tratos en uno de ellos, debido a que unas partes estaban maltratadas por la fuerza con la que usó el marcatextos. Con disimulo lo hizo a un lado, alejandolo de la vista de Nishta.

Inmediatamente comenzó con el cuestionario, dejando pasar unos minutos y extrañamente a cada segundo que pasaba, el pobre joven de ojos grises se ponía cada vez mas impaciente. Apenas habia contestado unas cuantas preguntas cuando sus ojos y su mente comenzaron a recorrer toda la habitación de arriba a abajo, de un lado a otro hasta toparse con el rostro de Kyle, quien al parecer ya se había dado cuenta de la distracción. Una sonrisa de Daemon recibió la mirada violácea, seguida por una carcajada por parte del examinado.

-Disculpa -ahogó otro ataque de risa -Es solo que, tienes un aura tan pesada, que siento que estoy haciendo un verdadero examen.

Cerró los ojos por un instante, dio un punta pie a la silla donde estaba el moreno con tal potencia que la hizo tambalearse. Puso su mano energéticamente sobre el escritorio para observar la hoja con apenas algunas respuestas.

-Solo resuélvelo-después de dar otro par de leves toques a la hoja volvió a sentarse en la cama para observar el trabajo del secretario- te daré una hora a partir de este momento-escucho un murmullo del chico pero lo ignoro.

Al fin y al cabo, era un ensayo de examen y no planeaba darle mas tiempo solo por ser una practica. El tic tac del reloj y los sonidos que el joven Ellioth realizaba con los utensilios escolares era lo único que se escuchaba en esa habitación. Un suspiro salio de su boca, era hora de la cuenta regresiva

-Un minuto.

60, 59, 58… y el 0 no tardo en llegar. Recogió la hoja de papel, examinándola con mucho cuidado.

-Daemon…

¡¡Ese tono de voz!!

Como lo odiaba. En ese momento estaba tan inestable que con tan solo escuchar el ronroneo de la voz del presidente, simplemente se desquebrajó. Había acabo con sus nervios, como pocos tuvieron la oportunidad de hacerlo.

-¡Esta bien, esta bien! -dijo el secretario mientras se deslizaba al otro lado de la habitación -Ya se que está todo mal- llevó sus manos al rostro y agregó -: Es suficiente, me rindo. No lo lograré -. Una sonrisa figuró en su rostro -¿Sabes qué? No se te ocurra decirme una tonteria positiva en este momento. Juro que hay alguien detrás de esa puerta dispuesto a llenarte de trabajo-.

Miro al chico, llevo su mano al cuello mientras una leve sonrisa se dibujaba en sus labios, mas por el comportamiento del ojigris que por cualquier otra cosa.

-¿Sabes? Me preguntaba si realmente te dignaste a leer aunque sea un poco los libros que te deje-admitió recargándose en el escritorio-. Pero al parecer solo causas problemas.

Volvió a mirar la hoja de arriba a abajo.

-Mis teorías: 1) En el examen no respondiste como se debe por alguna razón, posible estrés. 2) No estudiaste para nada, pero ahora si, y 3) te diviertes tanto molestándome que me hiciste creer que reprobabas para volverme tu tutor-por la expresión en el rostro del presidente, esa ultima sin duda era la que creía como verdadera-. Solo has errado en seis de las treinta preguntas-al momento se dispuso a guardar todo-. Puedes irte, no tengo nada que enseñarte-noto algo raro en uno de los libros.

-E-Eso es imposible - arrebató el cuestionario. Frunció los labios leyendo sus respuestas. Siguió en silencio y sacó uno de los libros para confirmar una que otra respuesta. Estaban correctas -. ¿Cual teoría de Nishta era la correcta? La dos. Tu teoría número dos es la correcta. Despues de todo no tengo razones como para quedarme unos dias mas contigo.-

Kyle levantó la ceja y tomó aquel libro que le había llamado la atencion. De inmediato Ellioth reconoció que se trataba de aquel que tenía ese "detallito". Inmediatamente el ojigrís tambien tomó aquel ejemplar evitando que su compañero viese el interior.

-¿Sabes algo? Tal vez me gusta mucho molestarte -intentó quitarselo, pero el libro simplemente no cedía -Quisiera estudiar un poco más, si no te molesta - excusó su intento por obtenerlo y jaló con mucha mas fuerza, sin embargo, parecía que estaba intentando arrancar un arbol -. ¡Sueltalo Nishta! -reclamó en su último intento antes de dar un jalón con todas sus fuerzas. Justo en el momento cuando el de orbes violetas cedió por completo la posesión, logrando así que Daemon cayera.

-Por supuesto, no me extrañaría que lo hiciera solo por causarme problemas.Kyle miro el libro surcar el aire y caer cerca de sus pies, tomo el libro medio abierto, para la mala suerte del secretario justo en una de las hojas que trato con tanto cariño. De un jalón levanto al moreno con tanta energía que de haberlo soltado en ese instante volvería a hallarse en el suelo. Le señalo el texto.

-¿Qué tienes que decir en tu favor?-su mirada no se despegaba de Ellioth y no lo haría hasta que le contestara o algo surgiera.

Tocaron a la puerta, ¿por qué siempre lo interrumpían? Ya había perdido la cuenta de los momentos en que Daemon estuvo en Jaque pero de algún modo terminaba ocurriendo un suceso y debía prolongarse la discusión, tanto que aun le debía la mayoría.

¿Algo así es abusar de la suerte?

-¿Qué esperas? ¡Abre! -ordenó el secretario sin poder evitar que una sonrisa victoriosa se pintara en su rostro. No obstante su momento de gloria no duró mucho, ya que, de pronto comenzó a entrar agua a borbotones por la rendija inferior de la puerta.

Luego de que todo el suelo de la habitación estuviera húmedo y el agua comenzara a subir unos centímetros dejo a un lado al secretario para abrir la puerta de un tirón, ya imaginaba la consecuencia que eso pudo haber traído pero no le importo. Un chorro de agua pasó hasta la altura de sus rodillas, la fuerza lo hizo caer de espaldas empapándose por completo, el líquido se fue reduciendo hasta solo ver charcos.

Afuera el espectáculo era digno de ver, todos los del segundo piso se habían topado con la misma situación, al parecer los tubos de agua para los baños tanto masculinos como femeninos localizados en la segunda planta habían cedido al aumento del volumen del líquido por el frío inundando las primeras dos plantas, según explico el director unos minutos después en la sala común.

-En resumen, sumando la tormenta que no parece ceder, temo que algunos de ustedes deberán compartir habitación hasta que arreglemos con lo que tenemos el desastre que se causo.
-Pero, otro problema son en si los baños-comento el pelinegro-. Si debemos pasar un tiempo indefinido aquí…
-Temporalmente solo se podrá con trapos húmedos si llega a ocurrir el caso-dijo el hombre-, y para el otro asunto parece que tendremos que conformarnos con los pocos que aun funcionan.
-Esto será un desastre-imagino el presidente.

El desconcierto y los reclamos por parte de los estudiantes no se hizo esperar, aunque el director ya había dado el punto final a la discusión, los alumnos no estaban del todo contentos con esas medidas, a excepcion de de unas cuantas chicas que, por un minuto considararon la posibilidad de tener al presidente en sus habitaciones. Hasta el momento en que el director les hizo recordar que tenian que permanecer separados.

Por su parte Daemon estaba un poco más aliviado, ya que su habitación no estaba en ese piso y su querida mascota estaba a miles de kilometros de ahí en un sitio mas cálido. Teniendo esas circusntancias, no le molestaban los inconveniente en absoluto, y coronando el momento estaba el hecho de que Nishta nunca pudo terminar de "hablar" con él, por lo del libro.

Aunque lo de compartir la habitación no era algo que le agradaba del todo. Pensó en invitar a Kaoru, pero sabía de antemano que el chico preferiría dormir en la sala común antes de estar un minuto más con él.

-Sino te apresuras alguien más te lo arrebatara... Primero te enseñaré modales - Daemon recordó lo que la chica cosplay le había dicho. -¿Por qué tenía que pesar eso en ese momento? Lo peor era que tal vez tendría un poco de razón, hasta el momento había molestado mucho a Nishta y lo estaba alejando...

Gimió lamentándose de que esa "suerte" en realidad se trataba de una maldición.

La minina se encontraba entre el ajetreo de los estudiantes, mirando desde cierta distancia al secretario, notaba una leve expresion en su rostro de tristeza.Su mirada paseaba por todo el salón hasta llegar al presidente, él, al contrario, expresaba un poco de enojo.
-Hyuuu, parece que el presidente esta molesto.
Después de la conferencia y los ajetreos entre los estudiantes, Kaoru se retiro cansado de los gritos de sus fan´s y de los estudiantes inconformes con el compartimiento de habitaciones. Mientras que Daemon solo lo observo, y tambien se restiro a su habitación. Nana estaba aburrida, y tenia ganas de jugar un poco con su nuevo "amiguito", sacon una copia de los casacabeles que le habia dado anteriormente y los sono suavemente en su oreja.
-Ah, ya veo. Asi que el presidente se molesto por que descubrio las verdaderas intenciones de este chico. Vaya, tengo mucho trabajo por hacer.Neko-hime, siguio los pasos del pelinegro, abrio la puerta de su cuarto, sin pensarlo dos veces y tarareando una canción de cuna.
-¡Vaya!, lo primero que te digo y lo primero que haces...

-¿Q-Que? ¿Que haces aquí, chica cosplay? -giró el secretario nervioso al escucharla detrás de sí. Lo que me faltaba

Al tenerla frente a frente lo que Daemon hizo, era justo lo que se esparaba. Tomó de los hombros a la joven castaña y comenzó a regañarla por violar la primer regla de los dormitorios "Chicos con chicos, chicas con chicas. Y nadie donde no debe estar"

-Vete de aquí, no quiero tener problemas -

-¡Me vale un cacahuate!Nana se recargo en la puerta y con su mano le puso el seguro. Su aura comenzo a ponerse cada vez mas y mas pesada mientras dibujaba una macabra sonrisa en su rostro, sus ojos comenzaban a brillar como un tigre a punto de atrapar a su presa. Saco un abanico de papel y comenzo a golpear histericamente a Daemon.
-¡Idiota! te dije que no lo forzaras a nada, practicamente es como si le dijeras: "oye estoy loco por ti, amame" o "solo te pedi que fueras mi tutor porque te deseo" o algo por el estilo...De ahora en adelante haras las cosas tal y como yo te diga.

Lo tomó por sorpresa cuando la chica comenzó a propinarle un golpe tras otro sin tregua. Hasta hacerlo quedar en el suelo.

-¡¿Que rayos te pasa?! -reclamó el secretario mientras se peinaba un poco el cabello -Yo no hice nada, él está enojado por un libro -dijo cuando de nuevo el abanico surcó el aire para impactarse en la mitad del rostro del secretario -¡Ni siquiera lo toqué!-La mirada fria de la chica lo atravezó como la luz al vidrio -.Está bien, Kaoru está está enojado por el libro y porque cree que lo engañé para que fuera mi tutor... para poder molestarlo ¿Eh? un momento, ¿por qué le decía todo eso?

-Asi que lo admites...-Nana se calmo y suspiro como si estuviese alivianada.-Si no fueras tan tonto nunca me habrias hecho poner en este estado -la gatita se sonrojo un poco y siguio sonriendo, pero esta vez de manera burlezca y risueña-¿como puede ser posible que ni siquiera hayas acertado minimo diez preguntas del cuestionario?, además, ¿por que estabas viendo para todos lados menos tu propia prueba?, hasta el presidente se burlo de ti. ...-guardo su abanico y se sento en la cama de aquel chico-Esta era tu oportunidad de impresionarlo, de demostrarle que es un excelente tutor-la chica saco una pizarra e la nada y comenzo a dibujar las escenas que Daemon pudo haber hecho- Mira, te explicare con dibujitos para que me entiendas, pudiste estudiar, sacar un, ¿que sera?...un ochenta por ciento acertando, y lo demas te lo explicaria con gusto, él se sentaria junto a ti, le susurrarias al oido y lo tomarias de la mano, haciendo que este se sonrojara y te volteara a ver sorprendido, tu le expresarias tus sentimientos con la mirada y cuando el parpadeara cambiarias de postura como si nada hubiese pasado, obviamente por algo se empieza...

Su rostro inexpresivo se tornaba a cada palabra de la minina, en una expresion inverosimil. La ceja del ojigrís temblaba, debido al esfuerzo olímpico que hacía para no matar a la chica en ese momento ¿Cómo se atreve a hablar de "eso" de esa forma?

El secretario se levantó, simplemente no dijo nada quitó el seguro de la puerta y salió de la habitación. -Mejor me encargo de esto, a mi manera -advirtió a la chica quien aun permanecia dentro del cuarto.

-Cobarde-refunfuño entre dientes Nana, abrio la puerta y le grito-¡¡¡Cobarde!!! aceptalo, nunca podras conquistarlo con tu actitud de niñito, si gustas, le hablare a tu mami para que venga y te consuele, o sabes que, ire directamente a su alcoba y le dire ¡TODO!, tus sentiemientos, tu comportamiento y no tendre piedad...-Al escuchar tal escandalo los estudiantes de otras habitaciones salieron a ver que ocurria, Nekohime sabia que esto pasaria asi que se metio al cuarto a velocidad luz esperando respuesta de su estudiante-Mi plan esta funcionando a la perfección, solo esperare a que muerda el ansuelo

Las miradas de los demás estudiantes clavadas en la presencia del secretario, resultaron ser lo suficientemente intimidantes como para que él se apenara. Tragó saliva y vaciló en continuar. Tras avanzar unos pasos, se arrepintió y regresó a la habitación.

Entró iracundo a la recamara y se lazó en contra de la chica. Tomandola fuertemente por los brazos, obligandola a verle a la cara.

-Escucha de una vez por todas. No pienso decirle nada y más vale que tú tampoco -la soltó aunque sin dear de mirarle a los ojos. La expresion del secretario se suavizó para poder agregar -: Manten tu promesa, prometiste que no le dirias nada -. Dicho esto de nuevo salió en busca de Nishta... ¿Era correcto hacer buscarlo en ese momento?

Tras el incidente decidió volver a su cuarto, buscando aquello que estuviera seco y acomodar lo húmedo; un chirrido llamo su atención. Con cuidado se acerco a la ventana en la que noto una especie de rasguño; al instante la escena de las tuberías vino a su mente, si las tuberías cedieron al agua fría ¿por qué no pasaría lo mismo con el vidrio y el exterior?

-No puede estar tan frío afuera-se dijo-. Además estos cristales son lo suficiente gruesos-insistió-. De todos modos lo hablare mas tarde con los profesores.